miércoles, 27 de mayo de 2009

S E G U N D A P A R T E

Entre recuerda que recuerda el camino se me hizo corto y no me di cuenta que estaba empapada, a solo metros del edificio corrió hacia el para entrar y poder entrar a mi departamento y alejarme de todo ese lío vivido en un día.Entre al ascensor y me apoye la pared sosteniéndome solamente mi peso en mi espalda.-tin –sonó el ascensor, por fin el piso 7, salí de ese metro cuadrado y saque las llaves de inmediato de mi bolsillo, sin mirar a la puerta las llaves se escaparon de las manos y cayeron al suelo, me agache aun entre lagrimones y las recogí, al levantarme tal y como la primera vez que hablamos, estaba ahí.-¿me seguías? –pregunté esta vez yo, solo lo mire con desprecio tratando de ocultar mi rostro y lo esquive para entrar a mi departamento.-¿por qué estas mal? –dijo sosteniendo la puerta con su mano, yo solo quería cerrarla.-¿por qué debería de interesarte? Recuérdalo, no importo en tu vida -saque fuerzas hasta de donde no tenia y cerré la puerta en su cara. -Ahora me abres tu la puerta –escucharon mis oídos, hice una mueca de rabia y me mantuve ahí, apoyada contra la puerta blanca esperando que se fuera. -No te pienso abrir, estúpido... –dije con despecho, tire mis llaves lejos y camine hacia mi habitación para cambiarme de ropa, sin antes dejar con pestillo la puerta. Retire mi abrigo y sin preocuparme que mojaría –como normalmente lo haría- lo deje sobre el acolchado y tome una toalla para secar mi cabello semi mojado a pequeños toquecitos con la toalla rosa. Las lagrimas no se ausentaron, seguían resbalándose como todo el tiempo, rotaban hasta el suelo y lo dejaban marcado, luego de secar mi cabello ni ganas de dieron de tomar una ducha, me senté en mi cama, tome mi cabeza entre mis heladas manos y cerré los ojos intentando borrar todo, pero sus frías y duras palabras volvían a la mente. -¿qué te pasa? –escuche su voz, casi creí que era mi imaginación pero eso falló a verlo en la puerta de mi habitación, ¡claro! Como no lo había pensado antes, el tenia llaves de mi casa. Solo lo mire con despecho y volví a hundir mi cabeza entre mis manos. -Perdón... –Escuche murmurar, era difícil creer que el había dicho perdón, jamás lo hacia o por lo menos por deducción y su orgullo del porte de el monte everest se deducía que nunca lo haría. -¿perdón? ... Sabes joe, Estoy harta de que siempre sea lo mismo, siempre terminó así por ti, nada mas que por ti –mi tono de voz aumentaba mas a cada momento y el me miraba atónito –Y lo peor de todo es que te importa poco como me siento, esta es la primera ves que me pides perdón –en ese momento gritaba y joe intentaba interrumpirme –no intentes decir nada! No me importa, me importas poco en este momento eres un sin sentimientos ¿sabias?! –las lagrimas seguían cayendo.-¿QUÉ SABES TU SI TENGO O NO SENTIMIENTOS? –respire un momento y baje la mirada para lanzar lo que iba a decir.-POR QUE JAMAS TE DAS CUENTA DE NADA, SOLO TE IMPORAS TU! –dije enrabiada.-Sí tengo sentimientos... –su tono de voz bajo y su voz estaba quebrándose de a poco.-nunca te has enamorado, tu mismo siempre me lo recalcas... –no gritaba, tampoco hablaba y las palabras salían solas de mi boca. -¿acaso sabes tu eso de verdad? Yo si me eh enamorado! –subió su tono de voz.-y sabes de quien? –agregó –de ti, Ashley! –me miro por ultima vez y salió rápido de mi habitación, yo me quede sentada donde mismo, las lagrimas cesaron y la alegría volvía a aflorar de mis adentros, la sonrisa me salía sola y los ojos me brillaban de la alegría , él me amaba y ahora yo lo sabia.

THE END

No hay comentarios:

Publicar un comentario